LAS DUDAS DE MELPÓMENE
Quiero creer que fue cosa de Eros, que siempre lleva prisa, que yo no tuve que ver, aunque tengo mis dudas. Me digo que dejé constancia, en sus más de ochenta obras dramáticas, de mi apoyo incondicional. Pero Clío, últimamente me falla tanto la memoria, que necesito que rebusques en la tuya y me digas qué pasó ese día, cuando una tortuga caída del cielo mató a Esquilo. Reafírmame Clío, ¿verdad que no fui yo, yendo a inspirar a Sófocles, quien chocó con el quebrantahuesos que transportaba el quelonio?
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