Para el concurso de Zenda: NUESTROS HÉROES
ESAS HISTORIAS QUE SALEN POR LA TELE
— ¿Pero no me has dicho que quieres un cuento de superhéroes? –protesto, cuando mi hija me interrumpe según empiezo a contarle que a un
universitario le picó una araña.
—Ese no me gusta — dice enfurruñada cruzando los brazos
sobre su pecho.
Puede, me digo a mí misma, prefiere que la protagonista sea
una chica, y vuelvo a intentarlo:
—Diana de Temiscira — empiezo, era una princesa…
Mi niña me corta de nuevo, al parecer tampoco le interesa
Wonder Woman. Mi paciencia hace aguas cuando compruebo que ni Superman, ni Thor, ni
Catwoman pueden ser los protagonistas de mi historia. El intento de adentrarme
en el universo Disney, por si no tiene claro el concepto de heroicidad, es recibido
con noes. Pruebo a la desesperada con Caperucita. Nada. Con Sherlock Holmes, y ya puestos, con King Kong, pero su cabeza sigue negándose a cada una de
mis propuestas.
Y de repente caigo en
la cuenta de lo que quiere. Pide un cuento de esos héroes de los que hablan en la tele a todas
horas. Y se me ocurre que quizá sea hora de que conozca otra historia que salió en tele, aunque de forma anónima. La nuestra, la de esta cajera de supermercado, y ese transportista, que se conocieron en
una barca en la que huían de un país
donde ella nunca llegaría a ejercer la medicina
que estaba estudiando, ni él se graduaría en la academia de policía en la que
había entrado.